En el segundo número de la revista Pensar Musical, nos despachamos con un especial dedicado a los bateristas, en donde pudimos entrevistar algunos bateros de la escena local. Entre ellos, citamos en un lugar de comidas rápidas a Alejandro Pozzo, histórico titán de los parches de la escena Sanjuanina. Hoy queremos recordar aquella jugosa nota, igual que las hamburguesas servidas en aquel mencionado lugar de comidas que nos sirvió de base para entablar dicha charla. Alejandro tiene todo un apostolado con la música, comenzando este camino, con solo 17 años de edad. Paso por las míticas bandas Sobredosis y Ayentiac. Dos nombres muy recordados de la escena metalera vernácula. Actualmente destila rock pesado en Huaykil.
-¿Cómo fueron tus comienzos, Alejandro?
-En los 80´ empecé escuchando a Queen y Kiss. Había un lugar en San Juan donde funcionaba una asociación de músicos locales: Te estoy hablando del año 1985, entre algunos músicos que enseñaban en ese lugar, estaba Meiser, Ricardo Soria y Roberto Benegas. Te cobraban un arancel de $5 por decirte en plata de la actualidad. Este muchacho Meiser, enseñaba guitarra; yo primero apunte a la viola y no me salía nada. Un día, escucho una batería de fondo y entonces le digo a Meiser, que no iba a venir mas, que quería aprender a tocar la batería. El que tocaba la batería era Roberto Benegas. Creo que sentarme en una batería, fue por instinto.
-¿Y tu primera Batería?
-Una batería Rex, totalmente destruida: el pedal no tenía resorte, tenía un pedazo de cámara de bicicleta que hacia la suerte de elástico de dicho resorte. Los parches de los cuerpos de la batería, eran placas radiográficas… un desastre… (risas).
-¿Cuál fue tu primera Banda?
-Empecé a frecuentar los ensayos de Sobredosis, entonces me hago amigo del batero: Era Beto Manrique .También del bajista y el resto de la banda. Y cuando quiero acordarme, ya estaba tocando con ellos como baterista.
-¿Para vos cual es el rol del baterista en una banda?
-Una banda está formada por lo general de a tres a cinco músicos (hablando del palo del rock). Al baterista lo defino como el motor de una banda, si hago una analogía con un auto. Es un todo que aportamos. El batero es el que va llevando el ritmo y la potencia que necesita la canción, junto al bajo, la guitarra y la voz, van dibujando sobre esa base, todo lo que se necesita. La batería es la fuerza y la fe, para poder amalgamar todo el estilo musical que se realice.
-Alejandro: ¿Qué es la música para vos?
-Cuando tengo que tocar es un día muy especial para mí y esto lo sabe muy bien, mi familia. Sí, estoy trabajando, estoy pensando en una nota, tocando con los pies, todo eso, es sin querer. Estar pensando musicalmente en un ritmo, parece una locura y es una hermosa locura. Para darte un ejemplo de ello , te cuento una anécdota que me paso con el Tano Marciello (N/R: Tronador, Almafuerte, Ricardo Iorio y Solistas) y bien que se merece nombrarlo, ya que conversando un día con él, veo que estaba mirando como el viento movía las ramas de un árbol, entonces me mira y me dice, en que notas las ramas se estaban moviendo y el tempo que generaba las mismas. Aunque parezca una locura, creo que la música esta todo el tiempo junto a nosotros, desde el ritmo del corazón hasta las notas graves que da el escape de un auto. Para mí se nace músico, el tema es darse cuenta y que lo hagas por puro disfrute.
-¿Qué le dirías a alguien que no se anima a tocar?
-Me canso de encontrar gente de mi edad o más grande que me dice esto: -“Vos sabes que siempre me gusto la batería, pero nunca me anime a tocar”, y entonces le contesto lo siguiente:
- “A vos, realmente nunca te gusto la batería, sino ya lo hubieras hecho”. Recomiendo que si nunca lo hiciste que lo hagas, es el mejor cable a tierra. Es igual que si te compraras una raqueta para ir a jugar al tenis o unas zapatillas para salir a correr.
